El lago Bunyonyi, cuyo nombre significa «lugar de pequeños pájaros», alude a la abundancia de avifauna que lo caracteriza. Este lago de origen volcánico, situado al sureste de Uganda, entre las ciudades de Kisoro al oeste y Kabale al este, en la ruta hacia la frontera con Ruanda, es una joya natural que ofrece una experiencia única.
Considerado uno de los lagos más profundos de África, con puntos que alcanzan los 900 metros de profundidad, Bunyonyi forma parte de la falla Albertina del Rift, surgida hace unos 8.000 años. Sus aguas, provenientes principalmente del río Kabirita en Ruanda, abarcan unas dimensiones considerables de aproximadamente 60 km cuadrados, con una longitud de unos 25 km y 7 kilómetros de ancho. El lago está salpicado por unos 29 islotes y sus aguas cristalinas albergan una rica diversidad de vida acuática, incluyendo carpas, siluros, cangrejos americanos y nutrias, así como una variedad de aves como grullas coronadas y golondrinas.
Bunyonyi es un oasis de tranquilidad y seguridad, ideal para disfrutar de un refrescante baño. La ausencia de animales peligrosos y del parásito de la bilharzia, común en otros lagos africanos, lo convierte en un destino perfecto para relajarse después de una emocionante jornada de trekking en busca de gorilas de montaña en Bwindi o Kisoro. Sumergirse en sus aguas mientras se escucha el dulce canto de los pájaros crea un entorno idílico y sereno, perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.